miércoles, 23 de octubre de 2013

Introducción: The name of the game






            Saludos, aficionados. En este espacio no relativista trataré de objetivizar de forma amena los recovecos de esta frecuentemente incomprendida y en perpetua crisis (a juicio de los entendidos) forma de entretenimiento llamada rol.
            Es posible que la mayoría de vosotros y vosotras no necesitéis una puesta al día de términos, pero aún así me explayaré un poco para que los pasajeros recién embarcados conozcan mejor el itinerario a seguir por esta publicación.
            Los juegos de rol (o role-playing games, en el planeta anglosajón) son, como su nombre apunta, juegos de interpretación de papeles. Dados una ambientación y un contexto (los cuales constituyen un juego concreto), los jugadores crean, interpretan narrativamente y orquestan entre todos las aventuras y vivencias de dichos personajes dentro de la ambientación propuesta por el juego en cuestión. Sí, tal y como suena, no parece muy diferente de jugar a policías y ladrones o a cuando, de niños, jugábamos a ser superhéroes, Caballeros Jedi o Guerreros del Espacio. Ahora llegan las diferencias.



LAS REGLAS DEL JUEGO

            Para dar un toque de imprevisibilidad y realismo, y para evitar disputas tipo “¡Bang! ¡te he dado! ¡no! ¡no me has dado!”, cada juego consta de un sistema de reglas con base estadística mediante las cuales se definen y limitan las capacidades de los personajes. De ese modo también se diferencian de los jugadores que los interpretan.
 Así una diseñadora gráfica que quiera interpretar a un avezado piloto de cazas no necesitará un curso de aeronáutica para saber cómo su personaje puede esquivar las andanadas de tiros del caza enemigo sin empotrarse contra una montaña. Aquí es donde entran en acción esos bonitos dados poliédricos de múltiples caras. Se usan para generar resultados aleatorios que luego se comparan con las estadísticas del personaje, para de ese modo añadir esa pizca de azar que hace que apretemos los dientes en el cine.
 Mediante las reglas de cada juego, los jugadores definen las capacidades de sus personajes en base estadística, creando una sensación de realismo e imprevisibilidad que les implica más en la acción.

EL TRABAJO MÁS DURO

Otro elemento importante en el rol es la figura del Director de Juego, también llamado Narrador/a, Master o Guía. Uno de los jugadores, usualmente el que mejor conoce el juego y sus reglas, o el que dispone de más tiempo libre (¿alguien se siente aludido/a?), asume el papel de Narrador/a.
En lugar de interpretar un personaje dentro del contexto de la ambientación, el Director de Juego se ocupa de organizar la línea argumental, describiendo a los demás jugadores lo que sus personajes ven, los resultados de sus acciones y, en general, dando vida al mundo por el que ellos se mueven, interpretando a los personajes secundarios (desde el villano de la historia hasta el mercader del pueblo, pasando por la camarera del bar, los matones callejeros y cualquier otro habitante del mundo ficticio en el que se desarrolla la acción) con los que los personajes puedan encontrarse en sus aventuras. Del mismo modo, es trabajo del Narrador/a hacer de árbitro de las reglas e interpretar las tiradas de dados. Sí, puede dar la impresión de que los Guías trabajan y los jugadores disfrutan, pero oye, si el papel de Master no fuera divertido, no habría tantos guionistas, escritores ni directores de cine ¿no?
           
LO IMPORTANTE ES PARTICIPAR

Sin duda, una de las características definitorias de los juegos de rol es la ausencia de “ganadores” y “perdedores”. No es un juego competitivo, sino cooperativo. Las victorias las obtienen los personajes según las metas que los jugadores se hayan planteado para ellos (un contrabandista intergaláctico puede querer fortuna y gloria y una guerrera puede buscar restaurar el honor de su familia, por ejemplo) pero nadie “gana” o “pierde”. La meta es disfrutar interpretando a tu alter ego a través de una serie de aventuras, emocionarte con sus logros y fracasos y, en general, disfrutar de forma activa lo que normalmente se hace de forma pasiva cuando vemos una película o leemos un buen libro.

Y AQUÍ EMPIEZA TODO

            Para las personas que no necesiten esta larga introducción al maravilloso mundo de la narración interactiva, les propongo un viaje a lo largo de las diferentes posibilidades meta-existenciales a través de los análisis que ofreceré en los diversos artículos de este blog.
Aquí analizaremos los diferentes juegos, con énfasis en las posibilidades que nos ofrecen de cara a construir historias. Del mismo modo, en este no-lugar escribiré diversos estudios y análisis en torno a las variadas temáticas que circundan la afición, desde consejos a Narradores y jugadores hasta reflexiones sobre el arte de contar historias. Sí, tengo intención de marcar un tono más bien didáctico, disfrutadlo.
 He de destacar que la ciencia-ficción va a tener un marcado protagonismo, aunque ocasionalmente algún artículo sobre fantasía épica tendrá su lugar en este no-espacio (la calidad no entiende de géneros). Sin más dilación, ajusten sus visores y disfruten del viaje.
 

2 comentarios:

  1. Por cierto, el cómic y la imagen de cabecera han sido diseñados con mucho mimo por Aurora ¡Gracias!

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  2. Están GENIALES! Enhorabuena! Lo tendré de referencia. Ojalá mis tiempos de este momento de mi vida me permitieran darle más, mucha mas atención y retornar al menos a los caminos del rol virtual, pero no puedo, por ahora. LOS EXTRAÑO A TODOS. Pero siempre, Volveremos.

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